sábado, 28 de enero de 2012

Al mal tiempo,buena cara...

...Sí, ya sé, es una expresión muy frecuente; y aún siéndolo, parece haberse perdido en los tiempos que corren. Aquí, en Niza, la lluvia se ha apoderado de la ciudad y no da tregua. Hacían falta nubes, hacía falta agua.
Desde hace algunos años, los nubarrones se ciernen sobre el mundo, pero son muy pocos los que le ponen buena cara, y no es para menos: no para de llover. El cielo es gris...pero el agua es el alimento que nos da fuerzas para cuando salga el Sol. 

La historia de la Historia es cíclica.  Nuestros antepasados también vivieron tiempos difíciles, y no tenían los recursos y las oportunidades para el cambio que tenemos ahora. Por eso, creo que el mayor perjuicio que comete el Ser Humano -contra sí- es perder la perspectiva, y los actuales medios de comunicación no hacen sino empeorar la situación, una clara invitación a la depresión. Basta. Esto también pasará de largo, no estamos destinados a la extinción, ese no es nuestro propósito; somos seres altamente cualificados y preparados para salir del miedo -esa epidemia invisible que paraliza y enfrenta a la Humanidad-. Esta poderosa emoción lleva a la inseguridad, frustración e impotencia...y no, el mundo no se va a acabar mañana. El miedo, si me lo permitís, no es real...y a pesar eso, ¡cuánto daño hace!
En tal estado de shock, el miedo nos ha robado el sentido común, ese que nos hace ver el Sol entre las nubes.

Tenemos que recuperar esa perspectiva, darnos la mano y sentir que podemos superar cualquier 'valle' de este ciclo vital. No hay nada que no podamos hacer, de verdad. A veces, para llegar a la luz tenemos que estar a oscuras...pero no olvidemos que somos velas, miles de millones de velas experimentando la oscuridad para llegar al Sol.


"Una vez se haya dicho todo, estaremos en condiciones de volver a decirlo todo, porque todo se habrá contradicho". Aquiles Dalseme (1840-1913) Periodista francés.



miércoles, 25 de enero de 2012

ReConexión

Tras varios días cavilando sobre mi "primera entrada",aún ahora,que estoy dispuesta a que mis manos se deslicen por el teclado y logren escribir algo que merezca la pena leer; la inspiración ha decidido abandonarme, sin piedad alguna. Los periodistas (me incluyo aún sin merecerlo) sabemos perfectamente la dificultad a la que nos exponemos cuando ésta infiel compañera decide irse. Lo peor es que tenemos que hacer nuestro trabajo,con o sin ella. Lo mejor es que, al tiempo que le suplicamos que vuelva, vislumbramos aquellos días en los que éramos lúcidos, sagaces e incluso, mentes pensantes.

Pensar cansa,sí. Y quizás por eso hemos parado de pensar, y no sólo los periodistas. Es una costumbre generalizada. Aunque debo matizar: no por pensar más somos más inteligentes, a veces denota todo lo contrario, depende del pensamiento.
No creo que, en este sentido, hayamos dejado de ser inteligentes. Los grandes genios siguen existiendo, en cualquier lugar y de cualquier edad, pero, ¿por qué tenemos la sensación de que involucionamos, de que el mundo ha perdido el sentido común? Bueno, en cierto modo nos hemos perdido y ahora, cuando parece que el fin del mundo llega (y no por la predicción Maya, sino por la mala praxis económica), buscamos desesperadamente una salida. El error está en pensar que en algún momento "nos encontramos". Lo dejamos todo en manos -garras- del dinero, y después clamamos al cielo por Justicia. 
En mi opinión, lo verdaderamente injusto es que no nos hagamos cargo de nosotros mismos, de lo que creamos a nuestro alrededor, de las cosas que nos ocurren y que nos ocurrirán. Más que pensar -por pensar- recomiendo un ejercicio de autoconocimiento. Sólo cuando nos conozcamos, entenderemos la situación en la que vivimos, por qué hemos llegado a este punto de 'caos'. Quizás todo esto sea necesario para reconectar con nosotros mismos, para crear una conciencia global y para pensar, pensar bien. 
No pretendo dar ninguna lección de 'auto-ayuda'. Eso os lo dejo a vosotros :)





P.D: Le agradezco a mi padre que me diera el 'último empujón' para escribir un blog. "Hace falta honestidad en el mundo"; se ve que confía en mí. GRACIAS.